Social Media: la delgada línea entre comunicación y spam

túatú - Social Media: la delgada línea entre comunicación y spam

Todos tenemos la experiencia de seguir marcas o empresas muy conocidas en sus cuentas de redes sociales, esperando conseguir, por una parte, esa cercanía que durante tantos años se ha negado, y por otro lado estar al tanto de las novedades. Sin embargo, nuestra sorpresa es mayúscula cuando nos encontramos, en ocasiones, que lo que creíamos una cuenta de márketing no difiere mucho de una cuenta de spam de ésas que tantas veces nos encontramos... y de las que huimos enseguida.

Sorprende encontrar cuántas de esas conocidas empresas dejan mucho que desear en lo referente a redes sociales, confiando la comunicación en ellas a cuentas automatizadas, donde la cercanía o le personalización con los usuarios brillan por su ausencia. En algunos casos incluso se trata de bots evidentes, creados para seguir por defecto a determinados perfiles y bombardear con información. Muchas de estas cuentas terminan por ser denunciadas como spam, aunque el verdadero problema es la manera en que dañan la imagen de las empresas a las que se refieren.

Los usuarios en redes sociales, ya sea en Twitter (donde esta tendencia está más extendida), Facebook o cualquier otra, están al acecho para cazar estas malas prácticas y denunciarlas. ¿Cómo podemos evitar que nuestra empresa sea considerada de esta manera? Lo fundamental es lo que hemos comentado: emplear las cuentas en redes sociales para mostrar nuestra cara humana y cercana. Hay que evitar en la medida de la posible las actualizaciones automáticas, o al menos que éstas sean las que sustenten nuestra actividad. En la medida de lo posible, debemos agradecer follows y menciones en Twitter, una práctica que arroja muy buena imagen. En suma, hemos de pensar cómo nos gusta que nos traten como usuarios y como consumidores, tanto en el medio online como en la vida real.