El terreno de juego de cualquier empresa puede ampliarse hoy en día hasta límites hace algunos años insospechados. El auge de la movilidad es la gran responsable de ello; prácticamente podríamos decir que hay pocas tareas que no puedan realizarse gracias a un smartphone, un tablet o similar. El escenario de la oficina se ha trasladado, en ocasiones, al domicilio, permitiendo así ahorrar costes; en otros casos, nos encontramos con que el trabajo inunda otras parcelas de la vida de las que antes estaba excluido.
Dejando a un lado malas prácticas, lo cierto es que la posibilidad de distribuir nuestro lugar de trabajo de esta manera puede ser muy ventajoso, ya que nos permite acercar empresa y proveedores, y por supuesto facilitar el trabajo a nuestros empleados. Este nuevo escenario es el que se conoce como organización ubicua por motivos obvios: permite que las tareas laborales se conviertan en una actividad per se, sin tener que estar sujeta necesariamente a un entorno delimitado.
Como hemos comentado, se crean nuevos canales de comunicación que favorecen la inmediatez, pero también podemos mejorar la eficiencia de nuestros trabajadores dándoles todos los medios que precisen para hacer uso correcto de esa movilidad. Así, a la hora de suministrar portátiles, tablets o móviles es importante que sepamos bien cuáles son las aplicaciones o herramientas que deben tener instaladas. Es lo que se conoce como productividad extendida, que va más allá del PC y de las limitaciones físicas que éste exige.