La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado la "carcinogenicidad del consumo de carne roja y de la carne procesada", o lo que es lo mismo y de manera muy resumida y como millones de personas lo han entendido en tod el mundo, que la carne roja es cancerígena.
La comunicación de los resultados del estudio llevado a cabo por el Centro Internacional de Investigadores sobre el Cáncer (CIIC), dependiente de la OMS, ha desatado una respuesta dispar por parte de consumidores, empresas e instituciones.
Algunos consumidores han reconocido en distintos estudios realizados tras el anuncio de la OMS que disminuirán su consumo de carne roja y de carne procesada.
Por su parte, las autoridades, por lo menos en España, no han variado sus recomendaciones en torno al consumo de estos alimentos.
Lo que llama la atención es que las empresas que ofrecen estos productos (restaurantes y distribución, principalmente) han optado por continuar con su comunicación, obviando la polémica.
Es probable que haya algunas empresas que estén trabajando en la sombra en la comunicación de este tema y puede ser probable que en los próximos meses se vean campañas más o menos llamativas sobre este tema.
Una estrategia de comunicación de crisis recomienda no apropiarse del problema, dejando que sean otros quienes la gestionen, en este caso, asociaciones como Facua y de los sectores afectados.
Pero ante la nueva situación no conviene no hacer nada o esperar a ver, porque los cambios pueden ser irreversibles.