La tecnología ha sido un revulsivo para numerosos sectores e industrias, cambiando radicalmente los modelos de negocio y dejando fuera a miles de profesionales que o bien no supieron adaptarse o la nueva realidad había destruido sus puestos de trabajo para siempre.
Lo mismo ha sucedido y sucederá en el sector de las relaciones públicas.
En el ámbito del periodismo, el cierre de medios, la reducción de páginas y de personal en las redacciones, así como su dependencia de las agencias de noticias y de RRPP, han cambiado profundamente a los interlocutores naturales de los profesionales de las relaciones públicas.
¿Cómo convocar una rueda de prensa si apenas hay gente que no puede salir de sus redacciones?
¿A quién nos dirigimos con un tema un poco especializado si ya no hay secciones como tales en los medios más pequeños?
¿Cómo vamos a poder generar alguna cobertura si ésta viene ligada directamente a la publicidad que contratan los clientes?
Pero, del lado de las agencias, también hay cambios profundos que no se están teniendo en consideración suficientemente.
¿De los directores de cuenta hacia arriba de las agencias todos tienen Twitter y utilizan Facebook para algo más que para ver las fotos de sus amigos?
¿Saben si quiera lo que es Snapchat, Tumblr y otras plataformas que pueden ser relevantes en el futuro para sus objetivos de comunicación?
¿Conocen la necesidad de combinar social ads y marketing online para las campañas de sus clientes?
Hay otro sector, el del seguimiento de medios, que está sintiendo el impacto en el corazón de su negocio.
¿Clippings a 30 céntimos mientras que los cortes de TV y radio cuestan 80 euros?
¿Seguimiento de 400 medios impresos, mientras que sólo se siguen 20 minutos de algunas emisoras de radio?
¿Hay un divorcio en el seguimiento de redes sociales y los medios tradicionales?
La tecnología requiere una intensa actualización de todos los eslabones de la cadena de comunicación.
Unos ya se han adaptado a la fuerza, otros están actualizándose y hay incluso quienes no se han enterado del cambio en el que su sector ya está inmerso.
¿Tú de cuál eres?