Son muchos los factores que pueden influir en el clima organizacional de nuestra empresa, un aspecto del employer branding que hemos de saber cuidar y hacer crecer cada día. Incluso aunque creamos conocer al cien por cien a nuestros trabajadores, tenemos que esforzarnos en que el clima se mantenga pese a los cambios que puedan suceder en diferentes ámbitos, y que muchas veces, por desgracia, pueden no ser todo lo halag‚àö¬∫eños que nos gustaría.
La misma importancia tienen los factores sociales (el compañerismo, la afinidad, la capacidad de trabajo en equipo) como los físicos o estructurales (condiciones y mobiliario adecuados, espacios iluminados y suficientemente amplios, etc.). Ambos aspectos coexisten y actúan en simbiosis. Por supuesto, también existen otros que pueden influir más a nivel de rendimiento y productividad, como la formación periódica (algo que muchas veces se deja de lado por motivos de tiempo o espacio pero que tiene una importancia fundamental; hoy en día, por suerte, tenemos medios para impartirla a través de MOOC o webinarios, mucho más sencillo).
¿Cómo podemos medir regularmente el clima organizacional de nuestra empresa? Lo idóneo es realizar focus con nuestros trabajadores: reuniones en las que puedan contarnos qué aspectos mejorarían, cuáles están influyendo negativamente en su trabajo diario... El funcionamiento de éstos puede ser similar a la dinámica de grupo, una técnica que suele emplearse en las entrevistas de trabajo pero que no tienen por qué quedarse en ellas exclusivamente; puede ser aplicado fácilmente a otros escenarios con muy buenos resultados.