CRM consiste en la administración, o marketing, basada en la relación con los clientes. De esta forma, la gestión de la empresa se basa en la orientación al cliente (o al mercado).
Se basa en recuperar los vínculos que hay en los clientes, algo que muchas grandes empresas han perdido en el camino y pymes han llegado a olvidarse en ocasiones. La empresa registra información de actividad y conecta con sus clientes, y en base a ello lleva un seguimiento y conoce la mejor forma de llegar a sus clientes. La base de datos de clientes tiene información valiosa que puede ser aprovechada para dar mejor a los clientes e incrementar las ventas, ya que se conoce toda la información necesaria de los clientes.
Una de las formas más conocidas de orientarse al cliente es el marketing relacional, pero no es la única. Una de sus herramientas más importantes a día de hoy son las redes sociales, mediante las cuales se puede comunicar con los clientes y favorecer una relación de retroalimentación; aunque también hay una buena cantidad de aplicaciones CRM muy conocidas y útiles.
Con el CRM se consigue una mayor fidelidad y lealtad de los clientes, pero también se tiene un marketing más efectivo porque se conoce más a los clientes y se es capaz de dar lo que necesitan satisfaciendo sus necesidades.
En momentos en los que es difícil llegar a los clientes por la gran competitividad de las empresas, es necesario saber diferenciarse. Y conocerlos y pensar en ellos puede convertirse en una gran estrategia.