Desde Abril de 2018, mes en el que Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, respondió al Senado estadounidense en una audiencia que dio mucho de qué hablar, esta red social ha tomado una serie de medidas tendentes a solventar muchas de las críticas que ha venido recibiendo desde distintas partes del mundo sobre su influencia en diversos procesos electorales.
En esa audiencia, ante el desconocimiento de sus interlocutores, en lugar de centrarse a responderles (en algunos momentos incluso socarronamente), Zuckerberg pudo haber expuesto su plan para reducir la capacidad de actores poco claros para influir en las elecciones de cualquier país.
Pero no lo hizo.
Lo que resulta sorprendente es que no haya conseguido capitalizar estos cambios (muchos de ellos profundos y con consecuencias inmediatas) y defenderse ante la campaña de acoso y derribo que sigue sufriendo todos los días desde diferentes partes del mundo.
Los errores de comunicación de Facebook
Es increíble que una empresa con la capacidad de recursos de Facebook no sea capaz de solventar algunos errores de bulto que han venido cometiendo en el ámbito de la comunicación.
No sólo tiene un enorme músculo financiero para contratar agencias de comunicación y lobbies en todo el mundo con el objetivo de dar a conocer al público sus punto de vista, sino que incluso cuenta con su propia plataforma para distribuir sus mensajes a cualquier parte del mundo.
Si con Facebook se ha logrado difundir y hacer creíble cualquier mentira, seguro que sería una herramienta fantástica para difundir las verdades de Facebook
En el vídeo protagonizado por la congresista demócrata Ocasio-Cortes, Zuckerberg muestra desconocimiento o poca cintura para responderle, aunque tiene algunos puntos que podrían reforzar su posición sobre el compromiso de Facebook con una comunicación abierta a todo el mundo.
Lo que algunos señalan es que Zuckerberg no es un buen portavoz, algo que puede ser cierto, pero lo que no se entiende es que sabiendo esto no se gestione la comunicación de tal forma que sus errores sean compensados con otro tipo de acciones como participación en foros, anuncios en medios y en Facebook, gabinete de prensa y acciones con periodistas y otros líderes de opinión.
Por cosas mucho menos relevantes, muchas empresas mucho menos conocidas consiguen una cobertura mediática que incluso puede ser significativa.
Si Facebok se lo propusiera, conseguiría incidir en la imagen que otros han generado sobre la red social y que tanto daño les ha hecho a nivel reputacional, aunque esto no les ha afectado aún a nivel de negocio según los crecimientos sostenidos que siguen marcándose año con año.
¿Por qué Facebook no se defiende?
O, ¿por qué su defensa es tan tibia y tan poco convincente?
Quizás se trata de una estrategia para que no se hable de otros temas que no se han tocado con suficiente profundidad o porque no quiere contribuir a desmentir su propia eficacia como potente e influyente herramienta de marketing.
Cualquiera que sea la razón, no parece creíble que se trate de la incapacidad de un gigante, sino de un premeditado mutis por el foro.