Hace algunos días hablamos en nuestro blog de las ciudades inteligentes o smart cities, ese entorno en el que nos movemos cada vez más: las urbes donde la tecnología controla todos y cada uno de los aspectos fundamentales. Es importante que nuestra empresa se adapte a esta nueva realidad, pero también que sepa aprovecharla sin llevarla a extremos perniciosos. Así, al mismo tiempo que nos convertimos en parte constituyente de las ciudades inteligentes también debemos hacer lo propio como usuarios de las tecnologías limpias.
Las tecnologías limpias, conocidas como cleantech en inglés, abogan por ese uso responsable y ecológico de los materiales en nuestra empresa, y por supuesto del consumo de energía. Sabemos que utilizar paneles solares, por ejemplo, puede resultar más costoso que recurrir a fuentes más tradicionales, pero a medio plazo notaremos el ahorro en nuestro bolsillo. Así, no sólo estaremos poniendo nuestro granito de arena para la preservación del medio ambiente, sino que también notaremos el beneficio a nivel económico, que es una de las metas que perseguimos inevitablemente en los tiempos que corren.
En lo referente a aparatos electrónicos, por una parte podemos confiar en el almacenamiento en la nube y los recursos SaaS para reducir nuestro uso de dispositivos físicos, y por tanto la cantidad de material perecedero que terminaremos por acumular. También existe la opción, para esos dispositivos imprescindibles, de adquirir aquellos elaborados con material reciclado. Algunas tiendas empiezan a especializarse en la venta de esta clase de equipos, ante el aumento de la demanda y el convencimiento de que el escenario necesita cada vez más configurarse en esta dirección.