En el discurso corporativo o de comunicación de marketing todo pretende ser informativo y positivo para la organización.
Pocas veces se habla o escribe de lo que va mal.
Estas ocasiones se suelen presentar cuando estalla una crisis, pero no siempre hay que esperar a que eso llegue, porque errar es humano y, por lo tanto, se da de manera recurrente.
Lo que es verdad es que la honestidad se puede entender como una debilidad o como una dejadez incomprensible si no se proyecta de manera correcta.
Por eso, hay maneras de indicar los "fallos", indicando implícitamente una "disculpa" y ofreciendo al mismo tiempo una alternativa.
- En las Preguntas Frecuentes en webs, apps, páginas en Facebook y otras redes sociales, así como en folletos o instrucciones, indicar la posibilidad de fallos.
- En las Ruedas de Prensa, preparar respuestas antes preguntas de periodistas
- En las Redes Sociales, responder a las reclamaciones de los clientes y pedir perdón.
Somos humanos y vivimos en un mundo imperfecto, por eso resulta hasta recomendable hacer un ejercicio honesto de autocrítica para reconocer que hay cosas que pueden salir mal y que, si bien la prioridad numero uno es evitarlas o solventarlas una vez que se den, existe algo tan antiguo y eficaz como pedir perdón.