Anoche se entregaron los premios Oscar de la academia de cine norteamericana, cuya figura, para quien no lo sepa, está inspirada en la poderosa figura de un mítico actor y director de cine mexicano, Emilio "Indio" Fernández.
Más allá del orgullo de que unos mexicanos hayan arrasado en los premios, recordar que nuestro fundador es de esa misma nacionalidad, la verdad es que hay un largo trabajo previo de relaciones públicas previo que detallamos a continuación:
- Envío de películas a los miembros de la academia para que puedan verla cuando lo deseen
- Pases exclusivos para los miembros de la academia por si quieren verlo en pantalla grande en diversos puntos de EEUU
- Dossier informativo específico a los miembros de la academia
- Invitación a los miembros de la academia a fiestas y otros eventos en el recorrido previo a la entrega de los Oscar (Globos de Oro, BAFTA, premios de los guionistas, directores, productores, entre otros)
- Distribución de notas de prensa, dossieres, fotografías, tráilers de la película a periodistas de todo el mundo
- Gestión de entrevistas a medios de todo el mundo (telefónicas, en visitas específicas, como parte de un tour de promoción, con/sin sesión fotográfica/grabación de vídeo, en directo/diferido, con/sin embargo informativo, entre otras)
- Gestión de crisis (la broma de Sean Penn sobre un documento migratorio de Alejandro Gónzalez Iñárritu se tuvo que gestionar en la misma noche, por ejemplo)
- Gestión de partners (por ejemplo, vestuarios para las galas y cualquier producto que pueda aprovecharse para el escaparate de millones de personas que representa la noche de los Oscar)
- La acreditación de los periodistas que cubren la gala corre por cuenta de la Academia, pero las solicitudes de otras oportunidades informativas se tendrán que gestionar a partir de la entrega de los premios vuelve a recaer en las productoras de las películas
Se trata en muchos casos de una inversión millonaria que no todas la productoras pueden realizar, de ahí que algunas películas de menor presupuesto, cuando obtienen una estatuilla, consigan unos réditos enormes.
Así las cosas, que los Oscar, después de tantos años, sigan conservando su estela de leyenda y gloria en el mundo entero, se debe también en alguna medida a la eficacia de las relaciones públicas, que han logrado mantener y potenciar esa imagen de ensueño al evento por excelencia de la cultura cinematográfica mundial.