Todos los días nos estamos levantando con noticias que mantienen el shock informativo en los medios y entre la población española, concentrando la atención mediática en perjuicio de cualquier otro contenido a nivel corporativo o de consumo.
Ante esta situación, los profesionales de las relaciones públicas nos enfrentamos a las siguientes situaciones:
- Ante la reducción de medios y de periodistas, para las convocatorias de prensa, ya de por sí complejas e impredecibles, optar por su dosificación, limitándolas al ámbito sectorial en el que concurre.
- Si la convocatoria no es sectorial y/o choca con noticias del ámbito general, tener una alternativa que pueda apoyar la difusión de la noticia (un videocomunicado, gestión de entrevistas, distribución de nota de prensa, entre otras alternativas).
- Gestionar las expectativas del cliente, poniéndole sobre aviso de la situación de los medios y su dinámica ante el alcance de las cosas como las que estamos presenciando. Más vale posponer o cancelar una rueda de prensa que hacerla sin la participación de los medios.
Esto no significa renunciar a intentar obtener atención mediática, sino de abordar las necesidades de cobertura informativa de los clientes de la manera más realista, eficaz y estratégica posibles.