Muchos expertos en marketing consideran que una compra es el resultado de varias emociones, y aunque a veces sólo es el deseo de ahorrar lo cierto es que llegar a las emociones de las personas es llegar a donde nadie ha llegado. Una emoción positiva abre terreno a una empresa de cara a llegar a sus consumidores.
En tiempos de crisis, es mucho más importante todavía emocionar a los consumidores, a los potenciales clientes, es todavía más importante crear sensaciones positivas, transmitir una alegría que muchos no son capaces de tener en momentos difíciles.
Una buena campaña que es capaz de llegar a los usuarios porque conmueve puede llegar a quedar en la memoria de las personas, ser recordada durante mucho tiempo. Y esto ya es difícil en momentos en que los usuarios están tan cansados de publicidad que ya no les hace efecto. Y, según un estudio, casi el 99% de las veces se compra por un impulso, sentimiento y emoción.
Los clientes son todavía más exigentes y cuesta impactarlos, por eso crear una campaña que realmente llega es muy complicado. Hay que pensar mucho la campaña, lo que se quiere conseguir, lo que se va a transmitir con ello y cómo se va a hacer todo ello, pensando en sentimientos, valores y emociones.
Si es cierto que grandes empresas utilizan el marketing emocional, como El corte inglés, es aplicable para todo tipo de empresas y campañas, adaptando el mensaje a la empresa, e incluso llegando a un marketing viral muy efectivo.
Mostramos un ejemplo de lo que es el marketing emocional: http://youtu.be/0RqZ8DsgPEM
Si no te emociona, ¡habrá muchos otros anuncios que lleguen a tu corazón o a tu mente!