Muchas empresas acaban teniendo la "genial" idea de contar con su vecino, un familiar o amigo para las funciones de social media de la empresa, porque "saben algo de Facebook, algo de Twitter e incluso conocen LinkedIn". Quien lo haga podrá presumir de que es social media de una empresa, y la empresa tendrá el trabajo gratis (aunque quizá con el tiempo la otra persona empiece a exigir dinero).
La principal desventaja de todo esto es que tu vecino no es social media, no sabe lo que es ser social media más allá de la definición básica, y no tiene experiencia en las funciones. Un social media puede aprovechar todos los recursos a su alcance para crear contenidos, mejorar los resultados de la página y analizar resultados para conocer qué es lo que se puede hacer. Tu vecino, o quien sea, se limitará a hacer las cuentas en las redes sociales, crear algo de contenido cuando tenga tiempo, responder a los usuarios si los hay, en ocasiones incluso animará a sus amigos a seguir a la empresa y puede que hasta dediquen tiempo a cambiar el diseño y subir imágenes.
No hará marketing, no sabrá cómo conseguir y mantener los fans, no tiene los conocimientos suficientes para tratar con usuarios ni adoptar un perfil profesional. Puede que lo haga bien, sí, y gratis, pero con el paso del tiempo te darás cuenta de que necesitas algo más. De que un profesional sabrá cómo mejorar los resultados de los medios sociales, que no sólo redes sociales, y conseguir mayores beneficios para la empresa.