Parece que poco a poco Facebook está siendo desplazado del centro neurálgico del social media, lugar que ha venido ocupando desde hace años, empujado por la fuerza de otras redes como la omnipresente Twitter, LinkedIn u otros menos veteranos en el mundillo como Pinterest. Como empresa, sin embargo, no nos conviene descuidar esta herramienta, que todavía sigue teniendo una destacada importancia a la hora de captar usuarios.
Como en cualquier otra red social, en Facebook es fundamental que sepamos aprovechar la posibilidad de generar conversación. Siempre siguiendo sus propias premisas y normas, claro está (no hay nada más artificial que cuando el lenguaje de una red social se traspasa erróneamente a otra, con la confusión que supone). La presencia en Facebook debe ser diaria, orgánica; tienen que sentirnos como un usuario más, no como alguien que aparece sólo en el momento en que le interese destacar algo con fines publicitarios.
Si tenemos una tienda online, podemos enlazar a las páginas de nuestros productos, aunque lo deseable es no saturar con esto sino hacerlo sólo cuando realmente haya novedades dignas de destacar. Por otro lado, también podemos aprovechar para promocionar concursos o para regalar descuentos durante un tiempo limitado. Todos estos alicientes moverán a los usuarios a pasar por la tienda online y crearán mayor simpatía hacia ella.
Por otro lado, hemos de pensar en nuestra página de empresa en Facebook como en una página web al uso. Nuestro timeline deber ser vistoso, llamativo, tenemos que jugar con los elementos audiovisuales y hacer que el texto se lea fácilmente. La propia Facebook nos da herramientas para ayudarnos en esta personalización.