Employer branding: Un buen jefe lo es siempre
Ya sea un jefe de equipo, un jefe de una empresa o un jefe que trabaja desde Internet, la cualidad de ser buen jefe debe aplicarse siempre. Un buen jefe lo es siempre, tanto en los buenos momentos como en los malos momentos, en las crisis y en los éxitos.
Un buen jefe debe verse como uno más del equipo, aunque debe destacar para que los demás lo consideren como un jefe, y debe saber transmitir unos objetivos comunes a las demás personas que se encuentran bajo su supervisión.
Debe saber motivar a su equipo para que trabaje de cara a objetivos comunes, pero además ha de ser conciliador para que no haya problemas en la empresa. Ha de saber comprender, valorar a los demás y aceptar sugerencias y críticas de cara a la mejora de la empresa.
Un buen jefe tiene una buena capacidad de comunicación, pero además ha de preocuparse por este aspecto como uno prioritario para la empresa. Debe ser sincero en todo momento y ofrecer a los empleados la máxima información para que puedan trabajar con eficacia, sin trabas.
Si el jefe no es un buen ejemplo, ¿por qué los demás lo van a ser? Tiene que saber comportarse y trabajar con eficacia en todo momento, ha de ser respetuoso y tratar a los demás como se merecen, ha de ser un referente tanto para los que trabajan para él como para todos los demás. Un líder no tiene por qué ser jefe, pero un jefe puede cumplir el perfil del líder.
Ha de saber atreverse y motivar a un cambio bueno, pero lo ha de hacer en todo momento, sin flaquear. Ha de ser buen jefe siempre, en lo bueno y en lo malo, porque sólo con un buen jefe puede haber una buena empresa, y aunque a veces se fracase “que no sea por culpa de uno”.