Uno de los principales problemas que surgen en el marketing de contenidos, y sobre todo si se es muy exigente, es el tener miedo a que los artículos no sean originales, o sean considerados por Google de algún modo como copiados.

Por eso, se suelen utilizar herramientas para detectar el plagio, aunque a veces lo que se detecta es alguna expresión que es exactamente igual y está publicada en Internet, pero no porque se haya copiado sino porque coincidencia, ya que en ocasiones ni si quiera se trata del mismo tema.

Algunas herramientas para comprobar que lo que se ha escrito es original, y no una copia de lo que ya existe en la red, son:

• Plagiarism Checker. Copias el texto, escribes el captcha y das a Check for Plagiarism. Al momento, te indicará el porcentaje de texto que es original (basándose en fragmentos), con la posibilidad de ver lo que puede ser copiado (aunque sólo sea de casualidad).
• Plagium. Otra de las herramientas gratuitas para los usuarios que ofrecen un buen servicio, e incluso da la posibilidad de hacer una búsqueda profunda. Se puede pegar textos de hasta 25000 caracteres.
• Duplichecker. Puedes copiar el texto (de hasta 1500 palabras) o seleccionar un archivo y ver cuánto del texto es original (y si hay algo copiado).

Si se está escribiendo contenidos originales, sin copiar de nadie, tampoco hay que obsesionarse demasiado por ello; pero sin embargo si se contrata a otra persona para realizar estas funciones y no se tiene la total seguridad de que está creando artículos no copiados pueden ser una buena herramienta a tener en cuenta.