La física de la comunicación
Cuando falta un portavoz oficial para declarar sobre un tema específico, siempre habrá alguien dispuesto a hablar a un medio para aportar su punto de vista, sea o no certero o de valor. Esto sucede por la física de la comunicación, porque nunca habrá un espacio vacío que no sea rellenado de alguna manera por la necesidad de los medios de aportar información sobre un hecho noticioso.
Esto se hace más evidente cuando se habla con los vecinos de un asesino o un maltratador. Los medios preguntan y se obtienen respuestas como: "Parecía una persona normal", "No escuchamos nada" o "Siempre saludaba en el ascensor".
En realidad, ninguna de estas declaraciones aporta nada de valor informativo a la noticia, pero suele utilizarse por los medios, sobre todo televisiones, porque requieren rellenar el espacio de su pieza audiovisual.
El dilema del portero ante el penalty
Esto se puede extrapolar a otras situaciones con medios, como cuando en una entrevista el portavoz piensa que está obligado a responder al periodista, cuando no siempre es así.
Hay muchos ejemplos de entrevistas en las que el portavoz se niega a responder las preguntas del periodista y tiene el derecho a hacerlo, al mismo tiempo que, de una manera elegante, pueda establecer su posición y la justificación de su silencio para que el público la conozca, aunque no siempre tiene que respetarla.
Muchos portavoces creen que están en la obligación de responder algo ante todas las preguntas de los periodistas, incluso cuando hay algunas que están fuera de lugar o que no aportan ningún valor. Este es el dilema del portero ante el penalty, quien se tira a un lado para demostrar que ha hecho algo, aunque hay una gran posibilidad que no moviéndose pueda atajar el tiro al centro de la portería del contrario.
No se trata de mantener el silencio durante la entrevista, sino de responder lo que realmente tenga valor para el portavoz y, con toda seguridad, para el público.
Por lo general, las grandes pifias a nivel de comunicación se da en estos momentos en que los portavoces sienten que tienen que responder e improvisan cualquier respuesta para salir del paso.
Lo que está claro es que la comunicación es como la física y que se debe saber que hay que estar preparados para ocupar esos espacios que se llenarán de una u otra manera, así que lo mejor es que sea con las palabras preparadas de un portavoz, incluso si es para decir que no se va a contestar a una pregunta en específico.